#PORUNMUNDOMEJOR
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Quiero mi móvil
28/01/2021
Después de escuchar estas tres palabras, recorre un sudor frío por la frente de los padres que atónitos han escuchado con suma claridad estas palabras saliendo de la boca de su hija/hijo.
– ¿Cómo? (esperando que al volver a preguntar, hayan escuchado mal, o que sea un simple pensamiento pasajero)
-Si, mis compañeros/as de clase tienen uno y yo quiero tener ya el mío, que el vuestro no me lo dejáis mucho rato.
Ahora, que ha quedado claro que no hay vuelta atrás, surgen otras preguntas que pasan a velocidad del rayo por la cabeza de los padres que tienen que enfrentarse sí o sí a esta situación.
¿Es conveniente para su edad? ¿No será demasiado pronto? ¿Para qué querrá el móvil? ¿Hará un buen uso del mismo? ¿Qué tipo de móvil? ¿Cuánto tiempo y como marco los límites? ¿Marco límites? ¿Me caigo al suelo y hago que me desmayo?
No te tires al suelo, ni hagas que te has desmayado, lo primero que tienes que saber, es que recientes estudios estiman que cada vez los niños piden antes tener su propio móvil, en los últimos años se ha pasado de una media de 12,7 años a una media de 9,2 y actualmente hay quienes piden móvil a los 7,9. Quizás no te sirva de consuelo, pero es obvio que con el paso de los años cada vez los niños acceden antes a la tecnología, muchos de ellos desde los 2 años ya tienen acceso a Tablets o móviles con vídeos, entretenimientos y juegos que muchos padres les facilitan para entretenerles. Pero esto es otro tema, que estaremos encantados de poder tratar otro día.
Ahora vamos a afrontar la situación que con tan solo tres palabras nos ha puesto ante una decisión muy importante. Esta demás decir que no hay que dejarse arrastrar por la presión social, ni por el entorno del niño/a, si se considera que es demasiado pronto no hay que ceder a las presiones.
Primero y según aconsejan los expertos, es vital evaluar el nivel de madurez del niño/a, así como marcar una serie de parámetros que nos ayudarán a tomar la mejor decisión y evitar riesgos o problemas en un futuro.
Establece el “para qué”.
Hay que consensuar la utilidad que tendrá el móvil, que aplicaciones habrá dentro y que usos se le dará. Aquí es importante que el móvil sea concebido para una línea de comunicación familiar y establecer los límites del mismo, como pueden ser conexiones a redes sociales, chats y otros elementos comunicativos que estén fuera del entorno de confianza o seguridad.
Hacerlo de una manera gradual.
No es recomendable dar acceso total desde un principio, quizás hacerlo cuando el niño/a salga de casa, o bien hacerlo por horas o días de la semana concretos. Esta gradualidad os permitirá ver el grado de madurez que va adquiriendo el menor y en función de ello poder ir ampliando horarios, días o momentos “móvil”.
Plantear las alternativas.
Y aquí entramos nosotros!!!!!! no dejar de fomentar la escritura, la pintura y las manualidades (a ser posible FLOJIM por supuesto9, así como actividades como la lectura, el deporte, el entretenimiento offline, tareas del hogar y los momentos familiares sin móvil. Es súper importante que no se pierdan hábitos que estén fuera del mundo digital, que sean a ser posible en familia y que sean a ser posible concebidos como divertidos y/o necesarios.
Vigilar y auditar.
Ya existe muchas aplicaciones que controlan las horas, los contenidos y las interacciones. Ya no solo por el mero hecho de controlar y auditar, al realizar esta vigilancia hacemos saber al niño/a que debe tener unos comportamientos y unos límites a los que aferrarse.
Esperamos que os sirvan de ayuda estos consejos y os recordamos que tenemos nuestro grupo de Facebook para comentar que os parece, tratar los temas que consideréis y todas nuestras redes sociales para escuchar vuestras peticiones.
¿Qué consejo le darías a unos padres que se encuentran en esta situación?
Quiero mi móvil
28/01/2021
Después de escuchar estas tres palabras, recorre un sudor frío por la frente de los padres que atónitos han escuchado con suma claridad estas palabras saliendo de la boca de su hija/hijo.
– ¿Cómo? (esperando que al volver a preguntar, hayan escuchado mal, o que sea un simple pensamiento pasajero)
-Si, mis compañeros/as de clase tienen uno y yo quiero tener ya el mío, que el vuestro no me lo dejáis mucho rato.
Ahora, que ha quedado claro que no hay vuelta atrás, surgen otras preguntas que pasan a velocidad del rayo por la cabeza de los padres que tienen que enfrentarse sí o sí a esta situación.
¿Es conveniente para su edad? ¿No será demasiado pronto? ¿Para qué querrá el móvil? ¿Hará un buen uso del mismo? ¿Qué tipo de móvil? ¿Cuánto tiempo y como marco los límites? ¿Marco límites? ¿Me caigo al suelo y hago que me desmayo?
No te tires al suelo, ni hagas que te has desmayado, lo primero que tienes que saber, es que recientes estudios estiman que cada vez los niños piden antes tener su propio móvil, en los últimos años se ha pasado de una media de 12,7 años a una media de 9,2 y actualmente hay quienes piden móvil a los 7,9. Quizás no te sirva de consuelo, pero es obvio que con el paso de los años cada vez los niños acceden antes a la tecnología, muchos de ellos desde los 2 años ya tienen acceso a Tablets o móviles con vídeos, entretenimientos y juegos que muchos padres les facilitan para entretenerles. Pero esto es otro tema, que estaremos encantados de poder tratar otro día.
Ahora vamos a afrontar la situación que con tan solo tres palabras nos ha puesto ante una decisión muy importante. Esta demás decir que no hay que dejarse arrastrar por la presión social, ni por el entorno del niño/a, si se considera que es demasiado pronto no hay que ceder a las presiones.
Primero y según aconsejan los expertos, es vital evaluar el nivel de madurez del niño/a, así como marcar una serie de parámetros que nos ayudarán a tomar la mejor decisión y evitar riesgos o problemas en un futuro.
Establece el “para qué”.
Hay que consensuar la utilidad que tendrá el móvil, que aplicaciones habrá dentro y que usos se le dará. Aquí es importante que el móvil sea concebido para una línea de comunicación familiar y establecer los límites del mismo, como pueden ser conexiones a redes sociales, chats y otros elementos comunicativos que estén fuera del entorno de confianza o seguridad.
Hacerlo de una manera gradual.
No es recomendable dar acceso total desde un principio, quizás hacerlo cuando el niño/a salga de casa, o bien hacerlo por horas o días de la semana concretos. Esta gradualidad os permitirá ver el grado de madurez que va adquiriendo el menor y en función de ello poder ir ampliando horarios, días o momentos “móvil”.
Plantear las alternativas.
Y aquí entramos nosotros!!!!!! no dejar de fomentar la escritura, la pintura y las manualidades (a ser posible FLOJIM por supuesto9, así como actividades como la lectura, el deporte, el entretenimiento offline, tareas del hogar y los momentos familiares sin móvil. Es súper importante que no se pierdan hábitos que estén fuera del mundo digital, que sean a ser posible en familia y que sean a ser posible concebidos como divertidos y/o necesarios.
Vigilar y auditar.
Ya existe muchas aplicaciones que controlan las horas, los contenidos y las interacciones. Ya no solo por el mero hecho de controlar y auditar, al realizar esta vigilancia hacemos saber al niño/a que debe tener unos comportamientos y unos límites a los que aferrarse.
Esperamos que os sirvan de ayuda estos consejos y os recordamos que tenemos nuestro grupo de Facebook para comentar que os parece, tratar los temas que consideréis y todas nuestras redes sociales para escuchar vuestras peticiones.
¿Qué consejo le darías a unos padres que se encuentran en esta situación?
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