Ahora el debate de moda es saber cuantos seremos, que si mascarilla, núcleos familiares, mínimos y máximos en la mesa, distancias y demás…

Se cumplan en mayor o menor medida,  hoy queremos decir cuales son para nosotros los indispensables que no pueden faltar en la cena más “importante” del año. Pero no estas navidades, todas las navidades, pues como vamos viendo, se están perdiendo muchos valores que hacían de estas fechas momentos familiares, de agradecimiento y de disfrutar de días especiales.

Aunque si somos personas honestas y tenemos cierta perspectiva no podemos negar que en los últimos años se ha perdido en gran parte la esencia de este día tan especial. El consumismo muchas veces casi obsesivo, que antepone los regalos, los vestidos “de gala”, las cenas donde lo más valorado es el “producto caro” y el más, más, más.

Y esto, todo esto, es una pena, una locura que será difícil dar la vuelta, porque estamos continuamente expuestos a mensajes, anuncios, a la presión social que genera no “hacer lo que todo el mundo hace”, pero no podemos dejarnos llevar y debemos poner sobre la mesa lo que nunca debíamos haber dejado perder.

POR ESO, VOLVAMOS…

A anteponer el cariño por encima del “santa clauss”

A anteponer la compañía por encima de más o menos platos.

A anteponer las conversaciones por encima de ir tan de “gala”.

A anteponer el agradecimiento por la “obligación”.

HAGAMOS

Que estas navidades vuelvan los valores que las hicieron tan tiernas y tan esperadas, empecemos desde este año a hacer un cambio hacia el verdadero valor que no se debería haber perdido nunca. Hagamos que la mesa vuelva a ser lo importante, el epicentro de nuestros vínculos familiares, necesitamos menos de lo que sobra y más de lo que es real.

Feliz Navidad ( de verdad)